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La industria del sueño: el descanso se convierte en la nueva obsesión de la industria del bienestar

En un mundo donde la productividad y el ritmo frenético dictan el día a día, el sueño ha pasado de ser una necesidad básica a convertirse en un lujo deseado. La industria del bienestar, siempre en busca de nuevas fronteras, ha encontrado en el descanso una mina de oro, con productos, aplicaciones y tecnologías diseñadas para medir, mejorar y, en algunos casos, gamificar el acto de dormir.

Un mercado en auge

Desde colchones inteligentes que ajustan su firmeza según las necesidades del usuario hasta aplicaciones que monitorean la calidad del sueño, el mercado del descanso no deja de crecer. Según un informe de Allied Market Research, el mercado global de tecnologías para el sueño podría alcanzar los 40.000 millones de dólares para 2030, impulsado por el interés de las personas en mejorar su calidad de vida y salud a través del sueño.

Las empresas no solo ofrecen soluciones, sino que están promoviendo una especie de “competición del sueño”. Apps como Sleep Cycle o Fitbit no solo registran las horas dormidas, sino que las califican y comparan con promedios globales, transformando el descanso en un indicador de rendimiento personal.

El sueño como medidor de bienestar

“El descanso se ha convertido en el nuevo estándar de salud”, explica Mariana Velasco, especialista en medicina del sueño. “Dormir bien no solo mejora el rendimiento cognitivo, sino que reduce riesgos de enfermedades como hipertensión, diabetes y trastornos del estado de ánimo. Este mensaje ha calado en la sociedad, impulsando la demanda de soluciones”.

Empresas como Oura Ring y Eight Sleep han popularizado dispositivos que ofrecen datos detallados sobre patrones de sueño, fases REM y latencia, apelando a consumidores obsesionados con la idea de optimizar su descanso como parte integral de su rendimiento diario.

¿Es el sueño una nueva presión social?

Sin embargo, no todos ven este fenómeno con buenos ojos. Algunos expertos advierten que la obsesión por medir y perfeccionar el sueño podría generar una nueva fuente de estrés. “Es paradójico que algo tan natural como dormir se esté convirtiendo en una actividad controlada y, en ocasiones, competitiva”, afirma el psicólogo Luis Martín.

El “sleep tracking” excesivo, o rastreo del sueño, puede llevar a una condición conocida como ortosomnia, en la que las personas desarrollan ansiedad por no alcanzar las métricas ideales de descanso, afectando incluso su capacidad de dormir de manera natural.

Una nueva era para el descanso

La industria del bienestar ha redefinido lo que significa dormir bien, y aunque los avances tecnológicos son una herramienta poderosa para mejorar la salud, expertos recuerdan que el descanso no debe convertirse en una tarea más en la lista de pendientes.

“Más allá de aplicaciones o dispositivos, lo fundamental es adoptar hábitos saludables como mantener una rutina de sueño regular, evitar pantallas antes de dormir y crear un entorno propicio para el descanso”, concluye Velasco.

En un mundo que no se detiene, el sueño se presenta como una forma de resistencia. La pregunta es: ¿estamos durmiendo para descansar o para cumplir con las métricas?

Escrito Por: Humberto ‘Toto’ Torres

Fuente Internet