La confianza en sí mismo, el manejo de las emociones, el gusto por el colegio y el trabajo en equipo son factores que inciden en el desempeño académico de los estudiantes de 3°, 5° y 9°.
Esta es una de las principales conclusiones del documento ‘Sobre el Icfes y la medición de habilidades sociales y emocionales’, de la serie de informes ‘Apuntes del Icfes para la política educativa’, que, en esta segunda entrega, analizó la relación entre las habilidades sociales y emocionales de los estudiantes -y otros factores asociados al aprendizaje- con las competencias académicas evaluadas en las pruebas Saber 3°, 5° y 9°.
Uno de los principales hallazgos es que la intensidad de la asociación entre los resultados de la prueba de lectura y la regulación emocional y motivación -dos dimensiones sobre las cuales se recogió información en las pruebas Saber 3°, 5°, y 9°, aplicadas en 2021 y en 2022- es muy fuerte para el grado tercero pero débil para grado noveno.
Esto significa que el desempeño en lectura y las habilidades sociales y emocionales están fuertemente asociadas en estudiantes de los primeros grados, pero dicha asociación tiende a desaparecer conforme el alumno avanza en su trayectoria educativa (estudiantes de quinto y noveno grado).
“Puede ser que las habilidades sociales y emocionales y el desempeño en lectura estén más asociados en los primeros grados porque hay menos diferenciación en los aprendizajes y porque, a medida que los estudiantes aprenden a entender sus emociones, también aprenden a comprender textos y otros conceptos académicos”, afirma Andrés Molano, director general del Icfes.
En el caso del grado noveno, estos resultados pueden ser una manifestación de procesos típicos de la adolescencia, cuando hay menos éxito regulando la expresión emocional, porque se experimentan afectos más extremos (tanto positivos como negativos) y estados de ánimo más variables. En cualquiera de estos casos, el rol de la escuela y brindar una educación de calidad fortalecen, en gran medida, la asociación entre el desempeño académico y las habilidades sociales y emocionales.
Según el documento, la evidencia recogida en las pruebas Saber 3°, 5°y 9° sugiere que en tercer grado hay una enorme oportunidad de aprovechar la asociación entre la motivación, la regulación y la competencia lectora, mientras que en los grados superiores tal asociación tiene un gran espacio para explorar la importancia de las emociones en esta etapa de la vida y del aprendizaje y analizar otros factores.
El informe también presenta conclusiones relevantes sobre cómo los alumnos perciben, interactúan y responden a sus ambientes de aprendizaje (preferencias del aprendizaje) y sobre su percepción acerca de las relaciones que se establecen en el clima escolar, tanto en el aula como en el establecimiento educativo (percepción del colegio).
En el caso particular de las preferencias del aprendizaje, las pruebas hicieron énfasis en el aprendizaje colaborativo, indagando conductas como compartir conocimientos con otros y desarrollar capacidades de negociación, los cuales facilitan el aprendizaje.
Al respecto, se encontró una fuerte asociación entre la percepción del colegio y las preferencias del aprendizaje de los estudiantes con sus puntajes en lectura para el grado tercero, asociación que disminuye en grados quinto y noveno